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Cultivos alternativos en el Altiplano Estepario: Azafrán

En la mayor superficie de almendro ecológico, el territorio AlVelAl cuenta con otros cultivos que pueden ser rentables para los agricultores.


Es el caso del azafrán, un cultivo alternativo, totalmente nuevo en cuanto a su producción con fines económicos, pero tradicional en esta zona. Y que conocemos un poco mejor gracias al taller de cultivos alternativos impartido por la asociación AlVelAl con la colaboración de TUI Care

Foundation en el marco del proyecto ‘Destination AlVelAl’.


Ya en la época Andalusí se producía azafrán en el Altiplano Estepario, y hasta no hace muchos años era habitual que las familias tuvieran su pequeña parcela de azafrán para autoconsumo, una tradición que en algunas familias continúa.


Esto nos indica que es un cultivo que se adapta a las condiciones climatológicas de nuestro territorio. “Este cultivo no es la panacea, sino una alternativa más, complementaria a los cultivos con los que ya contamos”, apunta Miguel Ángel Gómez, asesor técnico de AlVelAl.


No se trata de cambiar nuestros cultivos por éste, sino de diversificarlos. “No poner todos los huevos en la misma cesta, diversificación riesgos, si nos falla nuestro cultivo principal”, apunta Gómez Tenorio. En una zona con heladas, sequías, entre otras; la diversificación con aromáticas, azafrán o ganado entre los cultivos; nos garantiza algún ingreso siempre, aunque el principal nos falle. Este cultivo, además, al no generar un producto perecedero ofrece una ventaja frente a otros cultivos.


Manejo y producción

En España la producción de azafrán es de unas 188 hectáreas aproximadamente, de las cuáles 88 hectáreas son en secano; lo que nos muestra que no es un cultivo especialmente exigente en agua.

Durante el taller, contamos con los conocimientos agronómicos de nuestro asesor técnico, Miguel Ángel Gómez; y la experiencia de Raúl Sánchez, un agricultor de Orce que cuenta con un cultivo de azafrán en su finca familiar.


Este agricultor, informático de profesión, comenzó con este cultivo sin tener conocimiento. Comenzó con una hectáreas de bulbos sin apenas manejo del cultivo, “Al ver que en una prueba que hice de 2m2, sin tratar ni cuidado alguno salían las flores, comencé a estudiar cómo hacerlo bien”, asegura Raúl Sánchez.


Durante su primer año, la producción fue de un poco menos de medio kilo de azafrán nada más, pero le permitió conocer todo el proceso y trabajo que requería. Ya en 2018, la producción ascendió a los 4 kilos de azafrán ya seco.


Para el cultivo de azafrán se plantan bulbos, su siembra se realiza entre el mes de junio. Durante el otoño, se recoge la flor, se pela para extraer los estambres y finalmente se seca, obteniendo así el producto que consumimos finalmente, Tras la cosecha, se queda el espartillo, que se vuelve a desarrollar durante el año y va creciendo hasta mayo que se seca.


La evolución de este cultivo es de cinco años desde que lo siembras y lo tienes que volver a levantar. Durante el tercer año se produce el pico de productividad, el cuarto año vuelve a bajar ésta para el quinto tener que levantar los bulbos, separarlos porque se reproducen, y replantarlos en otra zona de tierra para que esta que se ha estado utilizando durante cinco años pueda descansar.


La importancia de levantar los bulbos reside en varias cuestiones, una de ellas es darles espacio ya que se reproducen, entre dos y tres por bulbo que plantas, y van perdiendo espacio para seguir creciendo y ser productivos; la otra es la prevención de enfermedades, que al ser cultivo en suelo se pueden ocasionar con el paso de los años.


Hay dos formas de trabajo del cultivo de azafrán. De la manera tradicional, que requiere de mano de obra en la siembra y en la recolección; una fórmula que genera rentabilidad y, a la vez, puestos de trabajo. O mecanizada, tanto en la plantación como recolección; una fórmula que ahorra tiempo y mano de obra pero que habría que estudiar si el producto ofrece la misma calidad final.


Un cultivo, el del azafrán, que puede generar mucho empleo ya que se requiere de 10 personas para su recolección y 40 para su pelado en una hectáreas de tierra. Durante esta recolección es fundamental que la tierra esté suelta y que se realice un secado diario de la flor para evitar la pérdida de calidad.


Comercialización

En la actualidad, es el estambre lo que genera la rentabilidad en el cultivo de azafrán. Su flor no genera rentabilidad ya que no se utiliza como un subproducto, algo en lo que se está investigando para darle una salida comercial en el futuro.


A la hora de comercializar el azafrán, el sabor, color y aroma son los valores de calidad que se tienen en cuenta y que más se valoran junto a los análisis que se realizan del producto.


Este cultivo requiere de una inversión inicial de 25.000€ por hectárea; una inversión que se amortiza a partir del segundo o tercer año, que es el tiempo que tarda en arrancar del todo la producción. Una vez está funcionando es muy rentable porque sólo requiere de 20 días de trabajo; siendo el gasto principal anual el de la mano de obra “de cada euro que obtengo 40 céntimos lo invierto en mano de obra”, afirma Raúl Sánchez.


El azafrán se suele vender a granel en cooperativas, aunque también hay agricultores que se unen para comercializarlo sin pasar por las mismas. En el caso de Raúl, lo comercializa a granel para restaurantes. “Ahora mismo estoy trabajando en una marca propia para poder envasarlo y comercializarlo con una historia detrás. Ahora estamos buscando la relación del azafrán con Al-Andalús para dar un paso más y crear una actividad agroturística”, anuncia Raúl Sánchez.


Destination AlVelAl

Este taller de cultivos alternativos, celebrado en Orce, se ha desarrollado en el marco del proyecto ‘Destination AlVelAl’, que llevamos a cabo en colaboración con TUI Care Foundation.


Un proyecto cuyo objetivo es acercar los productos de calidad derivados de la agricultura ecológica y regenerativa con los centros turísticos de la costa del levante español. Pero también acercar a esos turistas, a través de visitas, para que conozcan la forma de producción de estos productos y su puesta en valor a través de la gastronomía en el territorio AlVelAl.


Para ello se está realizando asesoramiento en fincas para la puesta en marcha de técnicas agrícolas regenerativas de suelo y paisaje; pero también en restaurantes para el uso y puesta en valor de productos de cercanía, de calidad, saludables y que permiten potenciar la economía local.


Una visión holística la de este proyecto ‘Destination AlVelAl’, que comparte Raúl Sánchez, este productor de azafrán que suma a los recursos que ya tiene el municipio de Orce, agricultura, gastronomía y turismo; esta producción que cuenta con una estética especial que invita a venir al turista a ver esta flor, de la misma manera que la floración de otros cultivos ya son reclamo turístico en otras zonas del mundo.

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